lunes, 20 de julio de 2015

Casillas, c'est fini

A pesar de haber pasados varios días ya, desde la noticia deportiva del año, en cuánto a despedidas se refiere, me he visto obligado, a realizar una entrada, sobre este tema, del que todos hemos opinado, sus pros y sus antis, para bien o para mal, para subirlo a los altares y reconocerle su trayectoria, o para vilipendiar su figura hasta el día de su adiós.

La carta de presentación de Iker Casillas, es de sobra conocida por todos, madridistas y no madridistas, españoles y no españoles. Resulta curioso, que para una persona como yo, un  madridista de pro, me sea difícil y contradictorio hablar de él, al ser esta entrada en el blog una especie de reconocimiento, me da pudor que todas las palabras que salgan de aquí, no sean de admiración a Iker, pero la honestidad manda.
Hablar de Casillas es hablar de una leyenda del fútbol, no solo a nivel de clubes, sino a nivel internacional.
Su palmares habla por sí solo, 3 champions, 5 ligas, 2 copas, 2 eurocopas, y un mundial. Partícipe y actor principal en todos y cada uno de los logros, no recuerdo a un portero con más acciones destacadas para a la postre levantar trofeos, ese don de la ubicuidad que le acompañado durante toda su carrera, ha sido clave para describir la figura y leyenda que es hoy por hoy. Las carencias que siempre tuvo, las contrarrestaba con su majestuoso uno contra uno, y sus paradas milagrosas en momentos de máxima tensión, solo al alcance de los elegidos.
Como madridista y español que soy, siempre me identifiqué con Iker, llegó a ser mi ídolo, no cabe duda. Un fenómeno de masas con una repercusión mundial espeluznante, un icono allá dónde iba. Muchos años fue el mejor portero del mundo, y yo mismo pedí el balón de oro para él en 2010, los 3 títulos que ha conseguido con España, han sido sin recibir un gol en las fases de eliminatorias, hito histórico ese, siempre aparecía su estrella en forma de manos o pies para evitar el gol.
Su carrera ha sido meteórica, llena de elogios por parte de la prensa, que es la que nos hace que nos hagamos una imagen de cualquier personaje famoso, con su manipulación y su poder de mover a las masas, no lo olvidemos. Pues ellos mismos le destrozaron, le utilizaron para intereses personales y le hicieron un flaco favor cuándo lo expusieron a debate contra la opinión pública. Creándole enemigos allí dónde tenía el reconocimiento y cariño ganados. Todo eso le martirizó contra su propia afición y su rendimiento cayó estrepitosamente, aunque su entorno no lo quiso reconocer jamás. Hay que saber cuándo decir adiós y el suyo, estaba llamando con una alarmante preocupación.

Posiblemente España sea un país que te suba al cielo y a la más mínima flaqueza te baje con una velocidad vertiginosa, siempre fuimos así, yo el primero. Es una pena que se vaya como un leyenda con la armadura magullada, habiéndose podido ir como lo que fue, el mejor portero de la historia del Madrid y de este país.
C'est fini, Casillas.